WAYUUS INSPIRADORES
Años después, en 2010, el destino intervino y a mi pareja le ofrecieron un trabajo en Colombia. Unas semanas después de aterrizar en Bogotá, hice un viaje a La Guajira con mi hija pequeña para ver por mí misma la artesanía wayúu sobre la que había leído años antes.
En La Guajira encontré una comunidad fascinante, pero profundamente empobrecida. Si Colombia estaba en una línea rápida para convertirse en un país desarrollado, La Guajira se había quedado atrás en el proceso y en la prisa. Enseguida me di cuenta de que las mujeres wayúu carecían de poder económico. Sabía que si podía capacitar a las mujeres para que ganaran un saldo decente, podría mejorar la vida de toda la comunidad. Por eso me propuse utilizar mis habilidades y experiencia para ayudar a la comunidad wayúu.
Entre 2011 y 2012 realicé diferentes estudios socio-antropológicos visitando y conviviendo con diferentes comunidades indígenas, en distintas partes de La Guajira. Además, estudié varias técnicas manuales, no sólo con el objetivo de demostrar las diferentes técnicas de tejido utilizadas por las diferentes comunidades, sino también para resaltar el significado ancestral de los diseños Wayúus. Me tomó cerca de dos años entender su cultura y también ser parte de la comunidad y ser aceptada formalmente por ellos en sus ranchos.
Comprendí que la técnica tradicional de tejido necesitaba apoyo o iba a estar en peligro de extinción y que las mujeres debían poder ganarse la vida dignamente gracias a su artesanía. Me enteré de que la comunidad había sido explotada; la gente venía a la región a comprar bandoleras al por mayor, pero se negaba a pagar un precio justo y obligaba a la comunidad a correr con los plazos, lo que comprometía la calidad de su trabajo. Para tejer una sola bandolera, con técnicas tradicionales, una mujer tarda entre veinte y treinta días, trabajando ocho horas al día.
Para conseguir alguna ayuda, en 2013, creé la Fundación Hilo Sagrado.
Mi historia muestra la capacidad de todos y cada uno de nosotros para cambiar la vida de otras personas a mejor, incluso en un país que no es el tuyo.
Sabrina Prioli, 2015.